Dependiendo del objetivo deseado, existen distintas modalidades de mentoplastia:

• Mentoplastia de aumento: Este procedimiento se enfoca en incrementar el volumen del mentón. Se realiza en casos de mandíbula retraída o cuando el mentón carece de definición. Para lograr un equilibrio facial, se puede emplear una prótesis como relleno o recurrir a la técnica de osteotomía deslizante, que implica realizar un corte en la mandíbula para reposicionarla según lo deseado, fijándola con placas y tornillos.

• Mentoplastia de reducción: Se realiza cuando existe una proyección excesiva del mentón en el perfil facial. Consiste en disminuir el tamaño del mentón a través de una osteotomía, esculpiendo el hueso para lograr la forma, posición y tamaño adecuados en relación con las proporciones faciales y líneas estéticas.

Entre las diversas modalidades de mentoplastia mencionadas, solo la de aumento presenta dos opciones diferentes a considerar. ¿Cuál de estas técnicas es más adecuada? La respuesta varía según las circunstancias individuales de cada paciente y la evaluación del cirujano especializado. Sin embargo, ambas técnicas tienen características distintivas que ofrecen ciertas ventajas.

Mentoplastia con prótesis o implante de mentón: Este procedimiento se destaca por su simplicidad y seguridad. Se lleva a cabo utilizando anestesia local y sedación, siendo menos invasivo. No obstante, es importante considerar que el uso de prótesis conlleva el riesgo de rechazo por parte del organismo, y cada cierto tiempo es necesario cambiarlas. Los resultados son de corto a mediano plazo, ya que a lo largo del tiempo se debe remover y colocar otra prótesis.

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Mentoplastia mediante osteotomía: Esta opción es de mayor complejidad en comparación con la anterior. El período de recuperación postoperatoria puede ser de aproximadamente 5 días. Sin embargo, al utilizar los propios tejidos del paciente, no existe el riesgo de rechazo asociado con el uso de prótesis. Además, ofrece resultados definitivos y ayuda a definir el contorno mandibular.

Esta intervención no deja cicatrices visibles, ya que se realiza mediante una incisión en el interior de la boca.